Ese suspiro se va por la puerta buscando quizás una ventana abierta.
El aire de aquello que nunca te dije, palabras que el viento a su antojo dirige.
Uh, ah, sopla las velas. Podrías incluso apagar las estrellas.
El día en que tú seas una tormenta mis letras serán nubes pasajeras...
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